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«Entrena a la gente lo suficientemente bien como para que se pueda ir, trátala lo suficientemente bien como para que se quiera quedar», una de las archiconocidas citas sobre el mundo del talento es un reflejo fiel de la necesidad de acciones reales a la hora de trabajar el compromiso.
No obstante, miles de organizaciones (y, lo que es peor, sus dirigentes) siguen en la creencia de que el propio trabajo ya es estímulo suficiente.
Si bien es cierto que hay una parte de la población activa que va a alinearse con esa idea, no lo es menos que esto también implica un desperdicio de potencial que ,al 100%, redunda en una menor rentabilidad por el coste de oportunidad que supone.
Si nos fijamos en lo mejor de nuestros empleados, van a florecer. Si criticamos o miramos lo peor, se van a marchitar. Todos necesitamos un montón de riego. (Richard Branson)
Vayamos con 3 pasos bien sencillos que nos ayudarán a reconfigurar esta tarea. Que sean acciones de fácil comprensión no significa que no requieran un esfuerzo y una planificación importante para llevarlas a cabo.
Muchas de estas bases se establecen en nuestros talleres, mentorías y conferencias de liderazgo, donde dejamos que las personas tomen las decisiones por si mismas, ampliando su radio de acción a través del talento que ya tienen y creando un potente impacto emocional para despertar la iniciativa.
Se ha escrito mucho sobre la felicidad en el trabajo , pero a juzgar por las estadísticas de Gallup , que muestran que el 85% de los empleados no están comprometidos, pocos saben cómo lograrla.
Dado que la persona promedio pasa 90,000 horas en el trabajo en su vida, es importante descubrir cómo sentirse mejor con el tiempo que dedica a ganarse la vida.
Sin embargo, aquí está el truco: si establecemos la felicidad como su objetivo principal, podemos terminar sintiendo lo contrario. Esto se debe a que la felicidad (como todas las emociones) es un estado fugaz, no permanente. Una solución alternativa es convertir el significado en un objetivo real.
Como ha señalado la autora Emily Esfahani Smith , las personas que se centran en el significado de sus vidas personales y profesionales tienen más probabilidades de sentir una sensación de bienestar duradera. Por ello, muchas de las acciones que se realizan desde Humanos en la Oficina son el inicio de ese camino para que eso se convierta en una realidad.
Llevar un diario de actividades. Algo tan sencillo como seguramente, a primera vista, tedioso e incomprensible, es tan beneficioso como alentador con el esfuerzo adecuado.
¿Y si usamos la comunicación interna para animar a que cada persona identifique los proyectos y tareas que encuentre profundamente satisfactorios? (a diferencia de los que le satisfacen a corto plazo).
¿Te sientes satisfecho al hacer presentaciones a tus clientes, por ejemplo? ¿Te sientes lleno de energía al asesorar y entrenar a los empleados junior, pensando en cómo sus esfuerzos actuales contribuyen positivamente a su futuro, o es una obligación , una carga para personas que no ves que a ti particularmente vayan a aportarte nada?
Es en ese momento, con la información adecuada, donde la empresa puede dinamizar acciones que incorporar a los rituales diarios de la vida en la oficina, experiencias relacionadas con el desarrollo de esa identidad personal y autoexpresión en el trabajo, más allá de su puesto o en consonancia con el mismo.
Concentrarse en las relaciones, no solo en los entregables, porque no somos meros «despachadores de funciones» (aunque algunos directivos pretendan verlo así).
Si ya está más que comprobado que contribuir al bienestar de los demás está fuertemente ligado a experimentar significado, es el momento de saber hasta dónde llega nuestro deseo de sentir una satisfacción acorde con nuestros deseos, viendo el talento que nos rodea como fuente de la misma.
Incluso la mera conversación con compañeros de trabajo sobre las situaciones donde pudimos sacar lo mejor de nosotros mismos , de cara a ayudar a los demás, es una fuente de datos fantástica para saber en qué podemos ser excepcionales en relación al desarrollo de otros (y no al autobombo).
Porque las historias vuelan por la oficina, se replican y crean ejemplo. Por eso es tan importante dominar lo que comunicamos y el cómo.
#humanosenlaoficina
Fuentes: «The Meaning Of Life» (Ensayo), Área Formación Humanos en la Oficina