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Cómo motivar sin destruir tu carrera en segundos: el fenómeno del sincericidio

El término «sincericidio» hace referencia a un mal endémico en nuestra manera de relacionarnos o cómo motivar a las personas

 ¿Cómo motivar? Ser auténtico es uno de los valores se repiten, y que más confusión causan entre quienes lo interpretan como decir lo primero que se pasa por la cabeza

Seguir empeñados en una idea por el simple hecho de que ha sido nuestra o responder con nuestro inmediato estado de ánimo por el simple hecho de que estabas delante cuando sucede, son síntomas del fenómeno del «sincericidio».

Este fenómeno parece que ha calado hondo en cuanto nos preguntamos qué es ser auténtico.

¿La autenticidad es decir lo primero que se te pasa por la cabeza?

La vida no nos lleva por los caminos que deseamos, sino por los que elegimos (o desdeñamos), y ello conforma nuestro carácter, nuestra manera de enfrentarnos a los desafíos del día a día.

Nuestra imagen como profesionales, en las redes, en la oficina, con nuestros compañeros de trabajo, con nuestra familia, se construye a través de un comportamiento que reflejará nuestra credibilidad.

Todo ello en la medida que sea coherente con todo aquello en lo que nos consideramos buenos, mejores o excepcionales.

Nuestra conducta social está condicionada por nuestras expectativas

Esto es, nuestra opinión, si la tenemos formada, acerca de nuestro interlocutor, y los resultados de interacciones pasadas, van a determinar gran parte de nuestra interacción.

No puede ser más obvio , por ejemplo, en las entrevistas de trabajo, que son un campo de pruebas excepcional para saber hasta que punto un candidato está lanzando una imagen que trata de adaptarse al puesto que demanda, si ha pasado ya por muchas entrevistas, y cómo se encuentra anímicamente respecto a su búsqueda de empleo

El momento de la verdad llega cuando comenzamos, no sólo a intercambiar información, sino a expresar emociones, opiniones, sentimientos que van destinados a capitanear la conversación, a ir al grano.

Sin lugar dudas, este momento es el campo abonado para los «sincericidas», las personas que dicen EXACTAMENTE lo que sienten, piensan, opinan SEA CUAL SEA la consecuencia de ello.

Suelen ser las personas que más aluden en el derecho a expresarse, en la necesidad de compartir, en los actos de los demás que les han perjudicado de una u otra manera, todas ellas razones lógicas, pero que pueden coronar un puente quemado por nuestra torpeza e inoportunidad

Pero existen también personas que en medio de su discurso, aún siendo acreedores de la necesidad de honradez y transparencia como bases de la credibilidad, las que adaptan con entusiasmo todo aquello que quieren comunicar pensando en lo que VAN A SENTIR LOS DEMÁS

No se trata de vivir pendiente de la opinión de los demás. Se trata de conocer lo que sienten los demás cuando están contigo

Aquellos que conjugan la asertividad de un modo excepcional con la cercanía, aquella que nos identifica con una ilusión, una meta o una idea tan sencilla como progresar haciendo que los demás también progresen, que es la base de todo liderazgo humano en el mundo offline y online

Esto es ser auténtico, no para contraponer nuestra visión del mundo o nuestra realidad del mismo a toda costa.

Más bien para agrandar esa visión con los conocimientos y las ideas de otros, practicando la humildad suficiente para seguir construyendo sin romper puentes innecesariamente

Como decía un famoso escritor inglés, podemos seguir siendo intermediarios de las expectativas y metas de los demás, guardar nuestra autenticidad para que nada nos sorprenda.

Pero si queremos avanzar hacia el liderazgo de nuestras vidas y que nuestro talento comience ya a ser transformador, tenemos un primer paso evidente

Seamos conscientes de lo que significa nuestra interaccion con los demás día a día, una de las estrategias que trabajamos en nuestras conferencias y cursos de motivación real

Puede que incluso descubramos si estamos quemando más puentes que construyendo caminos porque nuestro derecho a expresarnos vale mucho más que cómo dejamos abonado el campo para que el diálogo nos deje beneficios reales.

Como indica Jack Welch, la autenticidad pasa por estar cómodos en nuestros zapatos, buscar nuestro lugar sin la necesidad de disfrazarnos

Por eso , siguendo ese camino, hagamos que los demás también se sientan donde deban y quieran estar.

Porque será entonces cuando nuestra influencia en el mundo que te rodea (y que es el que de puede impulsar o frenar) será tan autentica como nuestra manera de relacionarnos con los demás

Fuente: elaboración propia

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